Décadas esperando por asilo
Queridos amigos,
Queremos compartir la extraordinaria historia de valentía y perseverancia de nuestro cliente para inspirar a todos a seguir luchando por lo que quieren, ya que aunque las acciones de nuestro gobierno son cuestionables, siempre hay esperanza.
Selim era un adolescente cuando llegó a Estados Unidos en agosto de 1999. Desde que tenía 5 años había sido desplazado debido a la brutal guerra que había en Somalia, la cual había cobrado la vida de su padre.
Su familia, que consistía en su madre y 4 hermanas, residió durante un breve periodo de tiempo en un campamento de refugiados en Dadaab, Kenia, y luego se reubicaron en Eastleigh, Kenia, un área cerca de Nairobi donde había un gran número de refugiados somalís.
Selim no tenía una educación formal y sufría también de una discapacidad física. La vida como refugiado somalí indocumentado era dura.
La oportunidad de venir a los Estados Unidos fue verdaderamente un sueño convertido en realidad gracias a los grandes sacrificios que hizo su madre.
Al igual que muchos solicitantes de asilo, Selim no tenía ni pasaporte ni visa bajo su nombre. El coyote que organizó su viaje, poseía todos los documentos de viaje que eran utilizados para asegurar su entrada en los Estados Unidos.
Selim nunca tuvo acceso a esos documentos y esto, se convirtió en la historia de su vida hasta la fecha: una vida sin identidad, sin documentos y sin seguridad.
El muchacho, que no tenía ni 18 años, fue abandonado solo en un Masjid (lugar destinado al rezo) en Washington, DC, sin la habilidad de hablar inglés y sin un record de su entrada a EE.UU.
Afortunadamente para Selim, algunos miembros de la comunidad religiosa le dieron un lugar donde permanecer y le ayudaron a completar su solicitud de asilo. Rápidamente se encontró asimismo delante de un oficial de inmigración, y aunque su historia era convincente, este tuvo que negar su aplicación de asilo debido a que no se pudo establecer la fecha de su llegada a los Estados Unidos.
El oficial de inmigración emitió una Notificación para Comparecer y puso al joven muchacho en proceso de deportación.
Los siguientes años fueron duros para Selim. Tuvo que sobrevivir en un país nuevo, sin familia, sin documentos y sin conocer el lenguaje y la cultura, pero él había sobrevivido a cosas peores. Cuando finalmente tuvo la oportunidad de comparecer en la corte de inmigración, Selim presentó su caso bien. El Juez lo encontró creíble y consideró que merecía permanecer en los Estados Unidos, pero no era elegible para asilo porque no podía probar que su aplicación había sido radicada durante su primer año en el país.
Selim cumplió 20 años y aunque no se le había aprobado el asilo, se le permitió permanecer en el país. Recibió un permiso de trabajo y un número de seguridad social, y por primera vez en su vida, tenía un documento de identidad, un documento que lo identificaba y decía que él pertenecía, o al menos eso era lo que pensaba.
Fiel a su naturaleza, Selim empezó a trabajar para mantenerse a si mismo, a aprender inglés y a estudiar. En poco tiempo calificó para entrar en la universidad y completar su licenciatura. Encontró un buen trabajo en un marco profesional como investigador, conoció a una mujer con un pasado similar, se casó y comenzó una familia. Esto parecía casi inimaginable desde dónde el había comenzado.
Un día, casi 8 años después de su juicio, unos oficiales de inmigración aparecieron en su casa y le tomaron por la fuerza con una orden judicial que declaraba que había sido ordenado deportado. Cuando fue puesto en libertad le pusieron un monitor electrónico en su tobillo. Selim no era libre en realidad.
Un amigo recomendó a Salim la ayuda de los abogados de inmigración de FitzGerald Law Company. Cuando el abogado FitzGerald revisó sus documentos encontró que el juez no había firmado una orden de deportación y por lo tanto la orden judicial no era válida. El abogado FitzGerald envió a la corte federal una orden de Habeas Corpus (“Writ of Habeas Corpus”).
Un “Writ of Habeas Corpus” es una solicitud a la corte para liberar a una persona de una detención ilegal. Sin embargo, no fue fácil para el abogado de inmigración Fitzgerald convencer a la corte de que Selim era elegible para ello, ya que este había sido puesto en libertad. Sin embargo estar atado a un monitor electrónico bajo una orden de deportación, no es estar en libertad. Es indudablemente una forma de detención,
El abogado FitzGerald también envió una apelación al Comité de Apelaciones de Inmigración (BIA por sus siglas en Inglés) para reabrir el caso de Selim. La apelación explicaba que Selim era elegible para asilo porque era un menor de edad cuando envió la solicitud y por lo tanto la ley no requiere que pruebe cuando entró a los Estados Unidos.
El BIA decidió reabrir el caso de Deportación / Remoción de Selim y remitir el caso a la corte de inmigración de Tennessee para que reconsiderara la solicitud de asilo de Selim. El monitor electrónico de Selim fue retirado y él se sintió libre de nuevo.
Selim todavía tenía un obstáculo que superar. No tenía certificado de nacimiento, records de la escuela o documentos de identidad que probaran su edad, lo cual era fundamental para su solicitud. Se le requería probar a la corte de inmigración, que envió su solicitud de asilo antes de cumplir 18 años y medio para calificar para asilo sin necesidad de pruebas de su entrada a los Estados Unidos. Los abogados del Departamento de Seguridad Nacional querían que Selim consiguiera pruebas de su edad que pudieran ser verificadas. Desafortunadamente eso no era posible para un refugiado somalí, ya que su comunidad había sido destruida por la guerra cuando era un niño. El abogado FitzGerald determinó que, debido a que la aplicación de Selim fue enviada antes de la promulgación del “REAL ID Act de 2005”, él podía basar su solicitud en su testimonio sin ningún documento de apoyo si su testimonio era creíble.
Durante los siguientes años, Selim preparó su juicio con los abogados y el equipo de FitzGerald Law Company. Hubo una serie de audiencias en la corte de inmigración de Tennessee y Selim, de manera responsable, tomó el tiempo de su trabajo y su familia para comparecer. Finalmente en la primavera de 2019, dos décadas después de su llegada a los Estados Unidos, su solicitud de asilo fue adecuadamente considerada bajo la ley. El testimonio de Selim no solo fue creíble, si no convincente, y la corte y el gobierno estuvieron de acuerdo con la evaluación de la ley del abogado FitzGerald.
El resultado fue la aprobación de la solicitud de asilo después de décadas de espera.
Si usted o algún familiar desea la ayuda de uno de nuestros abogados experimentados en inmigración, defensa penal o lesiones por accidente en Massachusetts, por favor llame y solicite una cita al: 617-303-2601
Sinceramente,
El Equipo de FitzGerald Law Company